Menudo par de ojitos tienes, tete.

Por ti puedo ser la más cariñosa del mundo, la que te cuide y te abrace cuando lo necesites. Por ti puedo ser fría como el hielo, para que me eches de menos y me pidas que vuelva. Por ti puedo ser más pesada que nadie, e insistirte hasta que acabes cediendo, o simplemente notando mi interés por ti.
Por ti... por ti dejaría de pensar que los imposibles existen, y me tiraría a la piscina por muy poca agua que tuviese. Sin pensarlo dos veces, por ti haría todo eso y muchísimo más, aunque no sea yo a quien guiñas el ojo, o abrazas, o sonríes. Aunque estés tan lejos como tocar las estrellas. A pesar de que en menos de un mes voy a dejar de cruzarme por los pasillos contigo, voy a dejar de ver esos ojos que transmiten como un libro abierto. He tenido casi un año entero para verte y me doy cuenta justo ahora de que te has convertido en mi nueva ilusión. Es tarde ya para todo eso, es tarde para que tu mirada se dirija a mi aunque sea solo una vez.

En fin... más y más descubrimientos. Las patadas en el culo que consigue darte la vida de vez en cuando. Seguro que son para espabilarme. Hoy... hoy he vuelto a hablar con él. "Bendito messenger"... cuántas veces lo habré leído por cierto blog (Vale, supongo que la única persona que me lee de vez en cuando). Mañana, como un sábado cualquiera por estas fechas, iré a despejarme un poco a la playa, y de cumpleaños... otra vez. Joder con las cenas en los restaurantes caros. Si a mi me va bien un McDonals... Un día es un día.
Sin embargo... nunca he tenido tantas ganas de que fuera lunes. Es increíble. Y nunca me había gustado tanto el verde. Ahora recuerdo por qué de tanto favoritismo. Es más, pienso estar ahí a priemra hora, sin pasar de ninguna clase... una suerte que para la primera hora me toque subir al segundo piso. Si no lo veo... si no lo veo rebiento en mil pedazos. Qué caprichos tan raros !

C h a p l i n !

Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.